Un héroe para el peronismo en Chubut
Por Santiago Costa
Entre quejas y a desgano, empujado por propios y extraños, Carlos Linares se encamina finalmente a ser el candidato del justicialismo chubutense. Para eso deberá convencer a Gustavo MacKarthy de que sea, una vez más, candidato a vicegobernador.
Solo así podrían intentar quebrar la hegemonía de Adrián Maderna -al que todos ya dan por seguro en las filas arcionistas- en el peronismo del valle en general y de Trelew en particular.
Está por verse que efecto real tendrá el fin de las sanciones disciplinarias dentro del justicialismo y más aún la posibilidad de bajar el umbral para integrar listas de concejales y legisladores por sistema d´hont en internas, lo que aseguraría que el que pierda efectivamente «acompañe».
En Esquel se da una paradoja: si Crhistian Pasquini fuera candidato a intendente por Chusoto, el Rafa Williams -su suegro- aseguró que no impulsará a nadie que lo enfrente electoralmente. Desafortunadamente para Arcioni, al parecer Pasquini no desea ser intendente.
En Puerto Madryn el PJ se divide entre quienes buscan una alianza con Unidos y Organizados y quienes no. Carlos Tomás Eliceche impulsa la fórmula Alejandra Marcilla-Fran Albanesi, aunque la primera dijo varias en el pasado reciente no tener la intención de disputar la intendencia. Albanesi privilegió su pertenencia a La Cámpora y Santiago Igón -que se entiende con Eliceche- por sobre Unidos y Organizados. Pero el electorado eso no lo sabe, lo sigue identificando con el partido vecinal y no hay peor espina que la del mismo palo.
Unidos y Organizados deberá reeditar la alianza exitosa con sectores del PJ -la cegeté por ejemplo- que forjó para su victoria en las elecciones de la cooperativa. Solo una perspectiva de éxito y generosidad con los aliados permitirían esa opción. Leslie Roberts no anda mal en las encuestas y deberá encontrar un/una compañera/o de fórmula que lo complemente y potencie.
Aunque no lo admita en público, la derrota en la elección de la cooperativa pegó por debajo de la línea de flotación del sastrismo. Encendió las alarmas y puso en duda la invencibilidad de su despliegue territorial. Achanchado por ocho años de gestión y con una sensación de victoria asegurada, el oficialismo municipal corre el peligro de llevarse una sorpresa.
Ya no está Mario Das Neves para traccionar la boleta y Gustavo Sastre deberá plantear un proyecto superador de la gestión de Ricardo, demostrando con hechos y propuestas concretas que no es políticamente apenas una copia carbónica de su hermano. Las entrevistas inodoras, incoloras e insípidas no ayudan y se requiere audacia. Una buena compañera de fórmula es fundamental.
En Trelew hay que ver efectivamente cuánto daño le haría al madernismo en términos municipales -concejales- el fin de su alianza con el mackarthysmo. Si es verdad que puede derrotar con los ojos cerrados a los ya más de cinco precandidatos del peronismo residual local, también lo es que el radicalismo campea con fuerza en el valle, con candidatos potentes.
Lo mismo sucede en Rawson, donde parece haber un pre candidato por votante, y por donde enfila un candidato radical con consenso. Habrá que ver a quien bendice como su sucesor/a Rossana Artero -¿posible diputada nacional?-, dato clave para la unidad o no del voto justicialista capitalino.